Sidecar

(photo by Beatriz Ruiz)

Ya venía siendo hora, nos lanzamos a tomar un cocktail con cognac.

Lo sé, actualmente no es algo que la gente aprecie demasiado, la moda en estos tiempos está con el gin tonic y con bebidas más frescas y suaves, lo que hace que estos alcoholes con más cuerpo parezcan anticuados.

Y quizá lo estén, pero al menos a mí pocas cosas me atraen más que un buen cognac, un brandy o un armagnac de los de siempre.

Y la coctelería clásica lo sabe bien, así que recuperemos toda esa profundidad de aromas y sabores con un cocktail indispensable.

Nuestro Sidecar de hoy es uno de esos clásicos ineludibles, una bebida creada en Londres o en París hacia el final de la Primera Guerra Mundial, cuya receta tiene diferentes variantes en cuanto a las cantidades, aunque yo me inclino por el infalible ratio 4:2:1 para el alcohol base (aquí, claro, tu cognac), el toque dulce (que ha de ser un licor de naranja: Cointreau, Grand Marnier o un triple sec) y el punto ácido (zumo de limón recién exprimido).

Un cocktail lujoso y exclusivo, y más aún cuanto mejor sea tu cognac.

Un cocktail con todo el sabor a tradición de lo antiguo y clásico, un poco como el gramófono de la imagen.

Un cocktail, en fin, para emborracharse. Con todo el estilo y la clase del mundo, por supuesto, pero para emborracharse bien.

¿Sería algún Sidecar lo que tomó Katharine Hepburn para estar tan maravillosa en esta escena de Historias de Philadelphia?

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Vamos con la receta, que tengo ganas de uno.

Debes hacerlo en coctelera, y agitando mucho. Como casi todos, este cocktail mejora con el frío.

60 ml Cognac

30 ml Cointreau

15 ml zumo de limón